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Continente: Posibles daños en la propia vivienda, estructura del edificio, cimientos, paredes e instalaciones (agua, electricidad, calefacción, etc.). También entran elementos decorativos como molduras, pintura de puertas o paredes. Si disponemos de garajes o trasteros, hay que incluirlos en el continente, aunque sean fuera de la vivienda.
● Contenido: Protege los objetos de valor de la casa como joyas, electrodomésticos, muebles, ordenadores, obras de arte, etc. Es importante evaluar con precisión lo que está cubierto, ya que esto determinará el costo final de la póliza. También es conveniente conservar la prueba de propiedad de los objetos más valiosos. Podemos asegurar el contenido de dos formas: al valor real
(el valor del artículo que se deprecia con el uso y la antigüedad) o al valor de reposición
(el valor del artículo no tiene en cuenta su depreciación).
● Responsabilidad civil: Debe estar incluido en el seguro de hogar. Se trata de un seguro básico porque cubre los daños a terceros, incluidos los daños a la vivienda ya sus ocupantes. Esto puede suponer un gasto enorme si no estamos protegidos.
● Incendio: El seguro de incendio debe cubrir los daños y perjuicios materiales causados por el fuego. Son accidentes cuyas consecuencias suelen ser muy graves, ya que la acción de las llamas y el humo pueden provocar daños considerables en el hogar y enseres, electrodomésticos e instalaciones.
● Robo y actos de vandalismo: Cubre pérdidas por robo, hurto o malversación, tanto dentro como fuera del hogar. Estos ataques a la propiedad privada ocurren con frecuencia y pueden causar estragos en nuestra economía. Es importante, dentro de esta cobertura, que estén incluidas tanto las puertas como las cerraduras puesto que, aunque no consigan robar nada de valor, los ladrones suelen destrozarlas en su intento de entrar en la vivienda.
● Daños producidos por agua: Es importante asegurarse de que su hogar esté protegido contra daños por agua, ya que esta situación es, con mucho, la más común en los hogares. De hecho, representa un tercio de la parte que reciben las compañías de seguros. La humedad, las tuberías rotas, las goteras y los escapes pueden tener graves consecuencias en nuestros hogares.
● Daños eléctricos: Las corrientes anormales, los cortocircuitos o los rayos pueden causar daños a cualquier dispositivo enchufado. Es importante tener este seguro si tienes equipos informáticos.
Cuando contratamos una tarifa de electricidad y/o gas natural (sobre todo en el segundo caso) nos suelen ofrecer servicios de mantenimiento, como en el caso del
mantenimiento de gas de Repsol. El contratar estos servicios suele llevar asociado un descuento en el precio de la luz y el gas.
En las
compañías de gas más baratas no se suelen encontrar este tipo de servicios, pero son bastante interesantes si tu seguro del hogar no te cubre cosas como la revisión de la caldera o la inspección periódica del gas. Nuestra recomendación es que, antes de contratarlos, verifiques si tu seguro incluye las mismas cosas y, en caso contrario, que contrates el servicio de mantenimiento porque suelen ser rentables, más allá de los descuentos en el precio.